fbpx
Connect with us

ACTUALIDAD

Ciencia al servicio de todes: Iniciativas argentinas contra la infodemia

Estos proyectos están jugando un papel clave en la pandemia.

Published

on

Por Catalina Márquez*

Desde la irrupción del coronavirus, la Organización Mundial de la Salud viene alertando sobre un término que quizá escuchaste: la “infodemia”. Cuando hablamos de infodemia nos referimos a “una práctica que consiste en difundir noticias falsas sobre la pandemia y que aumenta el pánico en las sociedades”. Audios que llegan por WhatsApp prometiendo soluciones mágicas, fake news que leemos en Twitter y Facebook con escaso sustento científico, teorías que encontramos en Youtube con argumentos inverosímiles: todo nos lleva a la desinformación.

Que el virus fue creado por Bill Gates, que sólo afecta a los adultos mayores, que el barbijo no sirve de nada o que el consumo de bebidas alcohólicas elimina al virus son tan sólo algunas de las “noticias” que circulan en redes sociales y que atentan contra la salud pública. Compartir este tipo de información sin verificación previa puede producir consecuencias muy graves.

Ciencia Anti Fake News

Distintas iniciativas encabezadas por científicxs e investigadorxs trabajan para contrarrestar los efectos de la desinformación y la viralización de contenidos falsos. “Ciencia Anti Fake News” es el nombre de uno de los proyectos de chequeo de información que hasta el momento lleva desmentidas más de 150 fake news.

“Recibíamos muchas consultas en relación al virus, apenas se declaró la pandemia empezamos con este proyecto que es autogestivo y voluntario”, comenta Soledad Gori, bióloga e investigadora especializada en Inmunología que encabeza el equipo. “Ciencia Anti Fake News está formado por catorce científicxs del CONICET, somos de formación biólogos, bioquímicos y biotecnólogos en su mayoría, además trabajamos con profesionales de la comunicación”, cuenta Soledad. Además, el proyecto fue recibido por el Conicet y hoy forma parte de la plataforma Confiar, de Télam.

Apenas se puso en marcha el proyecto, el equipo se dividió en tres comisiones: una comisión encargada de identificar y seleccionar aquellas fake news presentes en las redes sociales, otra encargada de buscar artículos en revistas científicas, es decir, fundamento teórico con evidencias científicas para verificar la información, y una tercera comisión que adapta el lenguaje científico a uno más “coloquial” para que sea comprendido por todxs. “Tratamos de que la ciencia no sea individualista, queremos acercar la ciencia a la gente. Hay noticias falsas que son muy peligrosas como la del hidróxido de cloro porque hacen daño directo a las personas, por eso es importante siempre chequear la información que vamos a compartir”, agrega Soledad.

Corona Consultas

Otro de los proyectos que surge con el fin de aclarar dudas sobre el COVID-19 es la web Corona consultas, organizada por Fabricio Ballarini, biólogo e investigador del Conicet: “Todo el tiempo estaba recibiendo consultas en redes sociales sobre el virus, entonces me pareció importante contar qué era un virus y cómo cuidarse. Pregunté en mi cuenta de Twitter si algún científicx se sumaba a responder consultas conmigo y se sumaron especialistas de distintas áreas”. Además del sitio web, @CoronaConsultas responde preguntas desde marzo en Twitter e Instagram porque como bien señala en la descripción, “Tu pregunta salva vidas”.

El científico también lanzó la campaña #InfoDeLaBuena, junto a muchos influencers, para compartir información verificada sobre cuestiones vinculadas principalmente a la salud. “Info de la buena se me ocurrió cuando empecé a ver que muchos influencers, que tienen mucha llegada en redes, empezaban a hacer posteos con poca evidencia científica. Se me ocurrió que podíamos hacer algo positivo desde nuestro lugar, entonces le mandé la propuesta a distintas personas que tienen muchos seguidores y se coparon”. Así nació esta campaña, conocida también como “La liga del bien”, que busca viralizar contenido científico en las redes sociales. La primera edición estuvo dedicada a divulgar información de calidad sobre la importancia de las vacunas.

Sin duda el contexto de emergencia sanitaria plantea un desafío en el presente y de cara al futuro: repensar y ejercer nuestro rol como comunicadores con responsabilidad, con información de calidad y, sobre todo, con evidencias científicas. Ballarini reflexiona sobre esta cuestión: “Algunos medios utilizan al virus como parte del entretenimiento, lo peor es cuando se utiliza a la pandemia para otros intereses que no sean salvar vidas”.

Florencia Curzel, bióloga e integrante de Corona Consultas, afirma que “muchos medios hegemónicos presentan noticias con titulares llamativos pero con información parcial”. Para combatir los efectos negativos provocados por las fake news, Florencia aconseja: “Hay que leer todo el cuerpo de la noticia, desconfiar de los títulos que tienden a angustiar, buscar fuentes oficiales, verificar las fuentes que se mencionan en la nota y desconfiar de aquellas noticias que nos llegan por WhatsApp con soluciones milagrosas”.

Hoy más que nunca es tiempo de reconocer y destacar el compromiso de nuestra comunidad científica que muchas veces ha sido destratada y desfinanciada. Comunicar el conocimiento y acercar la ciencia a la sociedad, de eso se trata.

 

* Comunicadora social de la Universidad Nacional de Moreno. De Boca, como Román. @ccatalinamarquez

¡Gracias por leernos! ¿Te gusta nuestro trabajo? Somos un medio independiente y autogestivo. Si querés darnos una mano, ¿nos invitás un café? ☕
Invitame un café en cafecito.app

1 Comment

1 Comment

  1. Pingback: Infodemia: proliferan las fake news en la pandemia - 25 Horas

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ACTUALIDAD

El Perú estalla en medio de una pandemia y a menos de un año de su bicentenario

Perú ha vivido una de las semanas más duras de la historia; el análisis en la voz de dos periodistas peruanos.

Published

on

Por Andy Livise*

Foto de portada: ©Sebastian Castañeda/Reuters

Fotografías en la nota: Patricio Lagos**

En una sola semana, el Perú ha tenido tres presidentes, dos estudiantes asesinados por impactos de proyectiles, 63 manifestantes heridos por lo mismo y por inhalación de gases, 43 jóvenes inubicables, siete días consecutivos de protestas, continuos cacerolazos y una “generación del bicentenario” que por momentos intenta llevar el debate a una nueva constitución. 

El detonante de la crisis en Perú fue la destitución de Martín Vizcarra, pero para entender por qué un simple acto político pudo llevar a una sociedad entera a la convulsión, es imprescindible describir en tres puntos cómo se encontraba el país cuando estalló.

Uno. Hasta el 9 de noviembre, Vizcarra gobernaba el Perú. Él asumió el mando en marzo de 2018, en reemplazo del renunciante Pedro Pablo Kuczynski. Su gobierno fue bastante popular por haberse enfrentado al Congreso —al punto de cerrarlo constitucionalmente— y por haber impulsado una reforma política y judicial a través de un referéndum. La imagen que daba era la de un mandatario que luchaba contra la corrupción, hasta que también aparecieron las denuncias por coimas contra él.

Dos. El Congreso que legisla ahora (el que ha desatado esta crisis) es nuevo. Fue elegido en febrero de este año y empezó sus funciones en marzo. Era uno “de transición”. Solo estaría hasta julio del 2021 porque debía terminar la gestión del parlamento que Vizcarra —amparado en la Constitución y en el respaldo popular— disolvió en setiembre del 2019 por obstruccionista al rechazarle dos gabinetes ministeriales.

Tres. A pesar de haber decretado velozmente una cuarentena por la pandemia, el Perú pasó a convertirse en agosto en “el país con la mayor tasa de mortalidad del mundo por covid-19”. El avance de la enfermedad y el enclenque sistema público de salud provocaron más de 900 mil infectados y más de 34 mil muertes. Además, el extenso confinamiento (duró hasta junio) y la informalidad laboral trajeron el inevitable desempleo. La crisis sanitaria causó otra económica: el PBI cayó en 17% y el país entró en recesión.

Ese era el clima que se vivía en el país antes de que todo reventara. Sin embargo, empezábamos a recuperarnos lentamente: las cifras de contagios y muertes por covid-19 iniciaban su descenso en setiembre y la población comenzaba a retomar sus labores con normalidad. Todo avanzaba con mucha cautela por el temor a una segunda ola de contagios. El país era consciente de que la pandemia aún nos soplaba la nuca. Y a pesar de eso, el Congreso decidió empezar su juego de tronos.

Cada partido político del parlamento tenía su propio motivo para destituir a Vizcarra. Por un lado, están Acción Popular y Alianza Para el Progreso, dos grupos acusados de pretender suspender las elecciones para quedarse en el poder más tiempo del debido. Por otro lado, está Podemos, un partido dirigido por un empresario cuya universidad privada fue cerrada por mala calidad durante la reforma educativa. También está Unión Por el Perú, una agrupación dirigida desde una prisión por Antauro Humala, un exmilitar sentenciado en 2009 por el asalto de una comisaría y a quien también le conviene que las elecciones se suspendan hasta que pueda postular en libertad. No podía faltar Fuerza Popular, el grupo de Keiko Fujimori que no le perdona a Vizcarra haber disuelto el Congreso anterior de mayoría fujimorista. Aparece por ahí Somos Perú, un grupo de centroderecha que no tiene una línea clara. Y finalmente están los partidos que votan por “principio”: el Frente Amplio —la izquierda que busca una nueva constitución y que dice luchar contra la corrupción— y el Frepap —una organización político-religiosa que bajo el discurso de la “moralidad” les sigue el juego a las otras bancadas—.   

Esos grupos políticos (con 105 votos) fueron los que destituyeron a Vizcarra el 9 de noviembre. Era su segundo intento de vacancia. El primero fracasó hace solo dos meses. Esta vez lo sacaron por “incapacidad moral”, una causal amparada en la Constitución peruana. Lo acusaron de “corrupto” por presuntamente haber recibido dos coimas a cambio de entregar sendas obras cuando era gobernador de Moquegua (2011-2014), una región al sur del Perú.

Pero la acusación aún estaba en investigación. No había denuncia de la Fiscalía ni sentencia del Poder Judicial. La opinión pública pedía que rindiera cuentas y fuera procesado, pero recién cuando dejara la presidencia, en julio del 2021. El 78% de peruanos quería que se quedara en el puesto. La crisis económica y la pandemia eran suficientes para el país como para sumarle una crisis política. Pero sus voces no fueron oídas.

Al sacarlo, la presidencia recayó en Manuel Merino, el presidente del Congreso que pertenece a Acción Popular, el partido mayoritario del parlamento que también fue señalado como uno de los que buscaba suspender las elecciones del 2021. A Merino lo acusaron de pretender quedarse con el Ejecutivo desde setiembre, cuando se discutió la primera vacancia. Incluso se le tildó de sedicioso luego de que se conociera que llamó a los altos mandos militares antes de votar la primera destitución. La angurria de poder percibida por la gente convirtieron a Merino en un político impopular incluso antes de asestar el “golpe de estado”.

El mismo lunes 9 de noviembre que vacaron a Vizcarra, la ciudadanía —principalmente jóvenes— tomó las calles. No necesariamente por Vizcarra, sino por la estabilidad político-económica en medio de una pandemia y por los temores que despertaban Merino y las bancadas que votaron por la destitución. La población continuó con las protestas al día siguiente, cuando Merino asumió la presidencia. Un día después, Merino nombró como primer ministro a Ántero Flores Aráoz —un político conservador acusado de lobista universitario, indolente, machista y racista — y la ira popular se avivó. Para el jueves 19 de noviembre —cuando Merino juramentó a un gabinete ministerial cuestionado y ultraconservador— la manifestación ya había escalado en una protesta que se sintió en todo el país.

A pesar de que las arengas que pedían su salida se escuchaban en calles y redes sociales, Merino no mostraba intención de renunciar. Tampoco de pronunciarse. Ni siquiera lo hizo cuando la protesta nacional del jueves dejó varios heridos por perdigones y lacrimógenas que la Policía utilizó para reprimir a los jóvenes que se manifestaban en la capital. Los únicos que dieron la cara fueron su primer ministro —quien enfureció más a la población cuando dijo que no entendía por qué los jóvenes protestaban y dio su apoyo a la Policía— y su ministro encargado de la Policía, Gastón Rodríguez —quien negó la evidente represión—.

Para el último viernes, la indignación nacional era tal que ni siquiera el encuentro futbolístico entre Perú y Chile logró apaciguarla. Al contrario, se sumaron cacerolazos que se oyeron en varias ciudades del país. El repudio contra Merino, el Congreso y la Policía alcanzó niveles estratosféricos el sábado 14 de noviembre. Ese día, dos estudiantes, Inti Sotelo y Bryan Pintado, fueron asesinados por presuntos perdigones policiales mientras protestaban en Lima. Con el pasar de las horas, cada vez eran más los familiares y amigos que reportaban la desaparición de manifestantes (esa noche se contaron 43, pero afortunadamente fueron apareciendo gradualmente, aunque aún hay dos inubicables). Esa noche, el Perú no durmió. Las cacerolas retumbaron a la medianoche y los jóvenes volvieron a las calles en plena madrugada para pedir la cabeza de Merino.

Solo después de todo ese caos, el Congreso reaccionó e intentó corregir su sangriento error sacando a Merino. Luego de quitarle su respaldo, Merino renunció el domingo 15 de noviembre, seis días después de haber asumido el cargo y en medio de más protestas juveniles que ahora pedían justicia para Inti y Bryan, e incluso una nueva constitución. Desesperado, el parlamento buscó nombrar a un nuevo presidente de transición. Tras negociaciones políticas que se alargaron hasta el lunes 16, finalmente eligieron a Francisco Sagasti, uno de los pocos legisladores que votaron en contra la vacancia de Vizcarra.

Sagasti asume hoy la presidencia hasta julio del 2021. Las calles se han apaciguado y no hay ninguna protesta mayúscula contra él (salvo los chillidos de la derecha conservadora que aún lamenta la salida de Merino). Sin embargo, la población aún llora la muerte de Inti y Bryan. Exigen justicia para él y los heridos. Muchos no descansarán hasta que aparezcan los dos manifestantes todavía no ubicados. Y no faltan las voces que reclaman sin temor cambiar la constitución peruana heredada por el gobierno autoritario de Alberto Fujimori. “Con la generación del bicentenario, una dictadura dura siete días”, han dicho con más calma, pero conscientes de que esto aún no termina.

 

* Periodista de la Universidad Nacional Federico Villarreal (Lima, Perú). Trabajó en los medios peruanos diario UNO, portal de investigación Convoca, radio Madre de Dios y actualmente en la web Útero.Pe.

** Comunicador audiovisual egresado de la Universidad del Cine (Buenos Aires, Argentina). Trabaja actualmente como realizador en los medios digitales Útero.Pe y LaMula.pe.

¡Gracias por leernos! ¿Te gusta nuestro trabajo? Somos un medio independiente y autogestivo. Si querés darnos una mano, ¿nos invitás un café? ☕

Invitame un café en cafecito.app

Continue Reading

ACTUALIDAD

Armenia: El detrás del «cese del fuego»

Te acercamos las claves para entender el conflicto de una tierra lejana pero con una gran comunidad en Argentina.

Published

on

Por Edgardo Andrés Kevorkian*

Hace menos de 48 horas, cuando esta nota ya estaba escrita y lista para salir, el Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, publicó el siguiente comunicado anunciando el fin de la guerra:

Queridos compatriotas, hermanas y hermanos.

He tomado una decisión difícil, extremadamente difícil para mí y para todos.

He firmado una declaración con los presidentes de Rusia y Azerbaiyán sobre el fin de la guerra de Karabaj a la 01:00.

El texto de la declaración que ya se ha publicado es indescriptiblemente doloroso para mí personalmente y para nuestro pueblo.

 

Así inicia el comunicado que da fin a la guerra pero no a la lucha

El conflicto se detiene en lo que actualmente es el status quo: Azerbaiyan domina hacia el sur de Artsaj, todo lo que era el límite con Irán. Fuerzas de Paz rusas custodiarán el paso de Lachin, garantizando el tráfico en ambos sentidos entre Artsaj y Armenia, desde la carretera actual y 5 km a lo ancho de la ruta. Lo mismo con Shushí. Se realizará intercambio de prisioneros y de cadáveres, y se permitirá el regreso de la población desplazada y refugiada con intervención de ACNUR (ONU).

Además, Armenia se compromete a garantizar el tránsito entre (ahora) Azerbaiyán y Najicheván, pasando por territorio de Syunik (Armenia) y se compromete a construir una carretera nueva que garantice el paso. El descontento crece entre la comunidad armenia, porque esta capitulación implica pérdida de territorios, y no devuelve las vidas perdidas durante los ataques -en desigualdad de condiciones- del ejército turco.

Movilización de la comunidad armenia en Bs As el 08/10| Fuente: APDH Argentina

A continuación, el artículo original, donde te contamos las claves para entender un conflicto que reaviva el dolor de un pueblo atravesado por un genocidio que todavía es negado por muchos países, en la pluma de Edgardo Kevorkian, fotógrafo argentino-armenio:

“Hay una guerra en el Cáucaso”, “hay un segundo Genocidio contra los armenios” o “hay un ataque de armenofobia nuevamente”. Podría decirse que todas las afirmaciones son correctas. Pero para entender un poco más de qué se trata todo esto que está sucediendo insólitamente, en al año 2020, hay que tener en cuenta algunas cuestiones de varios años para atrás.

Primero, situarnos en el mapa. 

Armenia es un país que se encuentra en el límite entre Europa y Asia; sus países vecinos son Turquía, Irán, Georgia, Azerbaiyan y Artsaj (conocido internacionalmente como Nagorno Kharabagh). Este último, y quizás menos conocido, es el nombre más oído desde el 27 de Septiembre, ya que es el territorio que está siendo atacado.

La frontera en conflicto | Fuente: ArmDay

¿Y por qué empecé hablando de Armenia entonces, si el atacado es Artsaj? 

Básicamente, porque “Artsaj es Armenia, y Armenia es Artsaj” ya que sus habitantes, 150 mil aproximadamente, son originarios de la región. Hace más de 5 mil años que son armenios, hablan armenio, rezan en armenio, cantan, bailan y cocinan armenio.

¿Y entonces por qué son dos países diferentes?

Para responder esta pregunta, vamos a situarnos en el comienzo del conflicto de Nagorno Karabaj a principios del siglo XX, cuando la región cayó bajo control de la Unión Soviética. En 1923, Joseph Stalin decidió entregar la gestión de Karabaj, históricamente habitada -como ya mencionamos- por personas de origen armenio, a la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, en calidad de región autónoma. 

En 1988 surgió un movimiento independentista en Armenia y en Karabaj que comenzó a manifestarse a favor de la reunificación de ambas, pedido que fue rechazado por el gobierno soviético. Tanto Armenia como Azerbaiyán y Nagorno Karabaj declararon su independencia antes de la desintegración de la Unión Soviética, lo que desembocó en una guerra entre Nagorno Karabaj, apoyada por Armenia, y Azerbaiyán, apoyada por Turquía.

La guerra duró hasta 1994, cuando Azerbaiyán se vio obligada a firmar un cese del fuego con Nagorno Karabaj y Armenia tras sufrir grandes derrotas militares. En ese momento, se acordó que el organismo encargado de mediar en el conflicto sería el Grupo de Minsk de la OSCE, copresidido por Estados Unidos, Rusia y Francia. La población de Nagorno Karabaj fundó una República con todas sus instituciones y argumenta que cuentan con el derecho a la autodeterminación para declararse independiente.

Fuente: Diario Armenia

La actualidad

Desde la firma del cese del fuego, hubo violaciones a la tregua en la línea de contacto, con situaciones que llegaron a escalar en la Guerra de los Cuatro Días de abril de 2016. En 2020, hubo una escalada del conflicto en julio. Luego de conocerse la noticia, en Azerbaiyán hubo una multitudinaria marcha con casi 10 mil personas para pedir al gobierno del presidente Ilham Aliyev que declare nuevamente la guerra contra Armenia y Artsaj.

Ahora sí, llegamos al domingo 27 de septiembre de 2020, cuando Azerbaiyán y Turquía, con apoyo de mercenarios islamistas de Siria y Libia, comenzaron una guerra contra Artsaj y Armenia. Los ataques del Ejército de Azerbaiyán se centraron en las poblaciones civiles de Artsaj, llegando incluso a bombardear hospitales, iglesias y escuelas.

Los organismos de derechos humanos Amnistía Internacional y Human Rights Watch denunciaron que Azerbaiyán utilizó bombas de racimo, prohibidas por la legislación internacional, contra civiles. La diplomacia de Azerbaiyán utiliza la estrategia de “propaganda espejada”, donde a cada denuncia de Armenia contra Azerbaiyán responden con la misma denuncia contra Armenia, a fin de difundir información falsa del conflicto y confundir a la opinión pública.

Fuente: Diario Armenia

El Gobierno de Armenia y la diáspora de todo el mundo denuncian que se trata de un nuevo genocidio por parte de Turquía y Azerbaiyán contra el pueblo armenio, como ocurrió entre 1915 y 1923 durante el Genocidio Armenio planificado y ejecutado por el Estado turco. Desde hace varios años, el gobierno de Azerbaiyán mantiene una política de racismo contra las personas de origen armenio, a quienes se las considera enemigas. La familia del actual presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, gobernó el país por casi 40 años. “Nuestros principales enemigos son los armenios de todo el mundo”, dijo Aliyev en 2012, quien en reiteradas oportunidades amenazó con reiniciar la guerra. El gobierno de Aliyev es periódicamente denunciado por los organismos internacionales de derechos humanos.

Por estos motivos, la comunidad armenia de Argentina pide el reconocimiento de la República de Artsaj, mientras que el pueblo armenio en su conjunto busca que la comunidad internacional presione y denuncie a los Presidentes de Turquía y Azerbaiyán, Recep Tayyip Erdogan e Ilham Aliyev, respectivamente.

Diario Armenia cuenta con corresponsales argentinos acreditados en la zona de conflicto, que pudieron constatar cada uno de los ataques de Azerbaiyán.

Fuente Consultada: Diario Armenia

¡Gracias por leernos! ¿Te gusta nuestro trabajo? Somos un medio independiente y autogestivo. Si querés darnos una mano, ¿nos invitás un café? ☕

Invitame un café en cafecito.app

* Ha publicado sus trabajos en destacados medios locales e internacionales. Desde 2005 fortalece su vínculo con la fotografía de conciertos y músicos. A partir de 2014 dicta talleres y cursos de fotografía de espectáculos.

Continue Reading

ACTUALIDAD

Vacuna de Pfizer: en la piel de lxs voluntarixs

Testimonios en primera persona de quienes están colaborando para las pruebas en Argentina.

Published

on

Por Catalina Márquez*

Se comenzó a testear en nuestro país una vacuna contra el coronavirus, desarrollada por BioNTech, la empresa alemana de biotecnología, en colaboración con el laboratorio estadounidense Pfizer. La vacuna se encuentra en la fase 3 de ensayos clínicos, donde los estudios son realizados en grandes grupos de participantes con el objetivo de determinar la eficacia y la seguridad de esta vacuna para prevenir el coronavirus. Estos ensayos también se están llevando adelante en Brasil, Estados Unidos y Alemania con miles de voluntarixs; se trata de la fase previa a la aprobación.

Desde el laboratorio Pfizer afirmaron recientemente que la vacuna ya pasó las pruebas iniciales de seguridad y toxicidad en Alemania y Estados Unidos, por lo cual se permitió que se avanzara en las pruebas de eficacia. Los ensayos se están realizando en el Hospital Militar Central de Buenos Aires, un centro de alta complejidad y con larga trayectoria en materia de investigación. La convocatoria para postularse como voluntarios y voluntarias para probar la vacuna contó con más de 18 mil anotadxs de los cuales fueron seleccionadxs 4.500. Lxs voluntarixs reciben dos aplicaciones y los controles duran dos años, con el objetivo de estudiar cuál es el grado de inmunidad que genera la vacuna. Lxs participantes pueden tomar la decisión de abandonar en cualquier tramo del proceso si así lo deciden.

La mitad de los y las pacientes participantes son sometidos a la aplicación de un placebo y a la otra mitad se les aplica la potencial vacuna. Las pruebas se caracterizan por ser a doble ciego, lo cual significa que tanto lxs voluntarixs como el personal médico no saben quiénes pertenecen al grupo experimental y quiénes al grupo de control.

El don de ayudar

Mariela Luca vive en Capital Federal, es locutora y nunca duda cuando se trata de colaborar por un bien mayor. En varias oportunidades donó plaquetas para el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y cuando se enteró de la convocatoria de voluntariado se anotó. ¨Me postulé a principios de julio y a la semana se comunicaron conmigo para decirme que estaba dentro de los seleccionados. No me costó mucho tomar la decisión, sentí que era lo que tenía que hacer¨, afirma Mariela.

La fecha para iniciar este camino ya la tiene: el 20 de agosto le hacen los estudios y, si todo sale bien, le aplicarán la primera dosis. ¨Además me van a hacer un hisopado porque uno de los requisitos para ser voluntario es no haber tenido coronavirus ni estar cursándolo¨. Otro de los requisitos para es tener entre 18 y 85 años y vivir en la Ciudad de Buenos Aires o a menos de 60 kilómetros. La muestra, por lo tanto,  incluye a personas jóvenes, adultos mayores y a distintos profesionales de la salud.

Otro de los voluntarios es Ezequiel Boetti, periodista, que se anotó a la convocatoria porque le pareció ¨una buena oportunidad para colaborar y aportar por un bien colectivo¨. Ezequiel recibió hace unos días la primera dosis y espera que, aproximadamente, en el mes de septiembre le apliquen la segunda. Se estima que deben transcurrir tres semanas entre la primera y la segunda aplicación.

¨Me dieron un contrato de consentimiento que habla sobre los posibles riesgos y beneficios del procedimiento,  hay total transparencia y seriedad de parte de los investigadores, además están pendientes a si hay algún cambio en mi estado de salud¨, comenta Ezequiel. Lxs voluntarixs deben informar diariamente, a través de una aplicación, si tienen síntomas o alguna dolencia para que lxs médicxs puedan hacer un seguimiento clínico y advertir si hay algún efecto adverso.

Fuente: Facebook oficial de Pfizer Argentina.

Rodrigo Salemi es otro de los voluntarios que estuvo dentro del primer grupo de veinte personas que se sometió a esta prueba, y además fue el primer médico argentino en recibir la vacuna de Pfizer. Es cirujano cardiovascular y actualmente trabaja en el Sanatorio Lomas de San Isidro, diariamente trabaja con pacientes positivos en las terapias intensivas y eso, sin dudas, lo llevó a postularse como voluntario. En cuanto a su postulación cuenta: ¨Creo que es momento de ponernos en acción y de tomar las riendas en el asunto. El mecanismo que yo encontré es siendo voluntario, creo que es el granito de arena que puedo aportar desde mi lugar¨.

Como profesional de la salud y conocedor del sistema sanitario, es consciente de la importancia de que se lleve adelante este proceso en nuestro país. ¨Dos de las vacunas que están más avanzadas en el mundo eligieron a nuestro país tanto para el estudio como para la producción y ese no es un dato menor. Hay que estar orgulloso de nuestros científicos e investigadores¨, señala haciendo referencia a la reciente noticia sobre la fabricación de la vacuna de Oxford en Argentina.

En cuanto a su participación como voluntario, explica: ¨a principios de mes me dieron la primera dosis, la segunda me toca el 26 de agosto. Solamente tuve dolor en la zona de la aplicación, pero no tuve fiebre, ni dolor de cabeza, ni dolores musculares o articulares, que son los efectos adversos más comunes¨. Además, destaca que la aplicación de las dos dosis es importante para estudiar ¨la potencia y la duración de los anticuerpos¨. Luego de la primera aplicación, los voluntarios pueden seguir con su vida normal, cumpliendo con los cuidados habituales como el uso del barbijo y el distanciamiento social.

El proceso es largo y todavía no hay fecha estimada para la producción masiva de esta vacuna; además existen otras en desarrollo que se encuentran en la misma fase, como la de la farmacéutica estadounidense Moderna, la de la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca en Inglaterra, entre otras.

Resulta fundamental destacar la labor de los científicos y científicas que día a día trabajan a contrarreloj para que podamos tener una vacuna eficaz, segura y que pueda llegar a todos los miembros de la sociedad. En este camino todos los actores sociales involucrados aportan, desde su lugar, un granito de arena para colaborar en la causa.

 

* Comunicadora social de la Universidad Nacional de Moreno. De Boca, como Román. @ccatalinamarquez

¡Gracias por leernos! ¿Te gusta nuestro trabajo? Somos un medio independiente y autogestivo. Si querés darnos una mano, ¿nos invitás un café? ☕
Invitame un café en cafecito.app

Continue Reading

LO MÁS LEIDO

25horas, su diseño, logo y contenido son propiedad de 25horas Producciones y se encuentran pendientes de registro. Su reproducción o utilización total o parcial serán reclamados judicialmente conforme las leyes vigentes en la República Argentina.